Vimos en el video pasado una breve historia de las escuelas de la economía política y sus orígenes en la filosofía de Grecia. Hemos pasado por historia, filosofía y estamos entendiendo que las ideas económicas se relacionan con ideologías desde las que se toman decisiones para los ciudadanos, es decir, desde la política y lo que compete a la sociedad.

La palabra “sociedad” proviene del latín “societas”, que se deriva de “socius”, que significa compañero o aliado. En un contexto más amplio, “sociedad” se refiere a un grupo de individuos que comparten objetivos, normas, valores y relaciones organizadas para alcanzar metas comunes. 

El término “sociedad” es bastante amplio y se refiere a un conjunto de individuos que conviven bajo normas comunes. Desde un país o una comunidad hasta un panal de abejas o una organización empresarial pueden considerarse ejemplos de sociedades. La cooperación es un rasgo central en la idea de sociedad, ya que implica estar en el mismo bando.

Sin embargo, esto no significa que las sociedades sean perfectas o utópicas. La sociedad humana, por ejemplo, es una fuente constante de luchas y tensiones entre aquellos que buscan modelarla o ordenarla.

Además, el término “sociedad” tiene usos más específicos en ámbitos como el legal, político o empresarial. Por ejemplo, la sociedad civil se refiere al total de la ciudadanía de un país, considerada como un conjunto de actores independientes del Estado.

La sociedad también tiene su origen desde el surgimiento de la vida más compleja. En el caso de la sociedad humana, ha existido desde el inicio de nuestra especie, inicialmente conformada de manera más horizontal y centrada en la supervivencia de unidades familiares o tribus.

Las sociedades tienen características generales, como estar compuestas por un número variable de individuos con un mínimo grado de comunicación y organización, a menudo con jerarquías internas, orientadas hacia la producción, el crecimiento y la perpetuidad en el tiempo.

En cuanto a las sociedades animales, se componen según diversos modos de organización y tienden a la defensa mutua, la alimentación compartida y la organización de la reproducción.

La sociedad humana, por otro lado, se caracteriza por altos niveles de organización y complejidad, acompañados de una cultura propia. Surgió como una forma de comunidad tribal que compartía recursos y buscaba protección, pero evolucionó con el desarrollo cultural y tecnológico.

Finalmente, la sociedad y el Estado están íntimamente vinculados, aunque son conceptos diferentes. En la prehistoria, las primeras sociedades no tenían un Estado como lo entendemos hoy en día, pero con la Revolución Neolítica y el surgimiento de las primeras ciudades, surgió la necesidad de una administración más compleja, lo que llevó al establecimiento de los primeros Estados.