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Me mude a México en 2014 con mi novio, actualmente esposo y padre de mis dos hijas, y aquí supe que era posible educar sin escuela. Antes de que nacieran mis hijas yo ya sabia no quería escolarizarlas, pero en mi país, Argentina, nunca había escuchado de otras formas de aprender sin escuela posibles.

Mi hija mas grande tiene 5 años y la pequeña 3, y aunque hace mucho dejamos la escuela (su padre y yo) y es evidente que mis hijas están aprendiendo, quiero seguir capacitándome para sentir confianza en el proceso.